jueves, 9 de julio de 2009

Sobre la transfobia y la televisión basura

Me cansé!!!... Sí, me cansé!!!... De qué?... De la transfobia que inunda la televisión por estos días!!!... Una transfobia solapada (escondida entre risas, y muecas más o menos discretas), y otra, una transfobia militante, agresiva y descarada…

No importa aclarar el programa (o el canal) en el que se practica esta especie de caza de brujas del diferente (en este caso, de las travestis), porque está generalizado, y abarca casi todo el espectro televisivo (incluso el canal oficial). Parece increíble que, cuando todo parecía encaminarse a una aceptación de nuestra identidad y nuestro género, tengamos que padecer semejante retroceso en el sentido común y en el respeto por nuestros derechos humanos.

Al margen del mal gusto y la chabacanería que ha invadido la televisión argentina desde hace bastante tiempo (y que parece gozar de un amplio favor de lxs televidentes), la transfobia se ha instalado en un medio de gran impacto masivo, un medio que moldea opiniones y gustos, y que de alguna manera educa (para bien y para mal), formando criterios y opiniones, y por sobre todo, creando un clima social que no favorece la integración, ni la aceptación de las travestis como personas dignas de respeto y consideración, en condiciones de igualdad con todas las demás personas, cualquiera sea su sexo, género, o condición social.

La televisión basura nos está privando de nuestros derechos más elementales, nos ataca, nos humilla, y nos desprestigia como colectivo social y como personas dignas de respeto y de la ayuda de todxs por nuestra situación de marginalidad e indefensión. Hemos pasado del “péguele al tonto” (que así nos reímos todos), al “búrlese de las travestis”, que no le importa a nadie porque son marginales y prostitutas baratas…

Los medios nos han cosificado, nos han convertido en una mueca de lo que en realidad somos, en una máscara que tapa nuestro drama y nuestras vidas de parias y de personas golpeadas por una realidad agobiante y discriminadora.

Al convertirnos en objeto de burla y desprestigio, al socavar nuestra imagen femenina, al ridiculizarnos hasta extremos increíbles, la televisión nos coloca en el centro de la hipocresía reinante, nos convierte en “tema”, y en objeto, en objeto de crítica y de violencia. Esta participación parcializada y perversa nos da prensa y nos hace visibles, pero a un costo demasiado elevado, un costo que pone en riesgo nuestras vidas y nuestras posibilidades de futuro.

Puede parecer exagerado, pero es así. Al ser denigradas en público, burladas, humilladas, nuestra imagen social es aún más desvalorizada y nuestras posibilidades de integración disminuyen considerablemente, y por lo tanto, muchas puertas que estaban dispuestas a abrirse volverán a cerrarse para nosotras. Nos quedará, eso sí, el camino de la lástima, de la prostitución y de la marginalidad, para beneplácito de los transfóbicos y de los reaccionarios de siempre.

Si la campaña transfóbica continúa (y no digo travestifóbica porque es más amplia aún), si continúa esta humillación pública y recurrente, correremos el riesgo de que se incrementen las actitudes de violencia contra nosotras, perderemos mucho del espacio social ganado y se frenarán importantes salidas del closet de muchísimas travestis que han logrado forjarse una profesión (y muchas veces, una familia) escondiendo su identidad de género en ropas de varón, porque a diferencia de lo que la mayoría de las personas creen, existen más travestis “escondidas” que las que se encuentran en situación de prostitución, o trabajando públicamente en el ambiente artístico. Lo que se ve es apenas una ínfima parte de una realidad mucho más ria y compleja, una realidad que algún día saldrá a la luz y sorprenderá a muchos. Y ese día no está tan lejano, aunque les pese a los dueños de la televisión basura y a los paladines del pensamiento binario.




Melisa Stella Saagratta



Buenos Aires, 9 de julio de 2009.-





MELISA

2 comentarios:

Alexia Montes dijo...

Querida Melisa, me devoré tu blog. Lo encontré gracias al elogioso comentario que hiciste de mi cuento y que te agradezco enormemente. Yo tambien he pasado por Crossdressing Buenos Aires y ese fue un paso trascendental para mi despues de tantos años de ser crsosdresser sin siquiera saber como se llamaba esta hermosa pasión por la ropa femenina. Ademas debo decirte que me vi reflejada en todo lo que decis y comaprto tus puntos de vista. Te nevio un gran beso y antes de terminar no puedo dejar de decirte que te ves hermosa en las fotos.
Alexia Montes

Lucianita_Cd dijo...

Estoy totalmente de acuerdo...

Me encanta tu blog...

A mis Links!

besos.